En aquel embrión he visto a mis hijas

“Cuando he visto el embrión, me he dado cuenta de repente de que hay una diferencia muy pequeña entre él y mis hijas”. El científico japonés Shinya Yamanaka, sintetiza así para The New York Times el momento en que decidió no usar embriones en la investigación sobre células madre. Se encontraba en el laboratorio de un amigo y vio por el microscopio un embrión humano. Al mirar, no pudo evitar que le vinieran a la mente sus dos hijas. “”He pensado. No podemos continuar destruyendo embriones para nuestras investigaciones. Debe haber otro modo”. El camino alternativo que emprendió, que aparecía como perdedor a juzgar por la presión de algunos medios de comunicación, ha resultado –sin embargo- acertado. Este investigador de la Universidad de Kyoto consiguió “rejuvenecer” células adultas de la piel y convertirlas en células madre embrionarias, pero sin utilizar ni destruir embriones humanos. Mientras tanto, como recuerda Nicoletta Tiliacos en Il Foglio (link directo no disponible: ir al día...