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Mostrando entradas de octubre 8, 2008

La reunión familiar en la mesa

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La reunión familiar en la mesa Cercana la Navidad os escribo esta pequeña reflexión. Es en estas fiestas cuando muchos nos reencontramos con la mesa adornada, con comidas típicas de cada región – la mayoría de veces bien elaboradas por las abuelas, que nos transmiten su cultura gastronómica–, con el jolgorio de los niños pequeños, con el encuentro de los hermanos, los recuerdos de los abuelos (algunos ya nos han precedido) y los afanes de los más jóvenes. Por encima de todo, está el deseo de vivir el cariño y amor que nos trae el Niño Jesús con su nacimiento en Belén, representado en todos los hogares cristianos con el pesebre, en el que intervienen, normalmente, niños y mayores, como nos ilustra la fotografía de esta niña pequeña. Muchos pensamos que sentarse juntos durante la comida es un elemento de cohesión familiar y social y a la vez una buen elemento de educación de nuestros hijos y nietos. Es el tiempo de hacer un alto en las actividades y poder rogar toda la

“Tener alguien con quien compartir reduce las penas a la mitad y dobla las alegrías”. Mark Twuain

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Sentimientos entre hermanos “Tener alguien con quien compartir reduce las penas a la mitad y dobla las alegrías”. Mark Twuain Varias circunstancias personales hacen que dos personas, se hayan de conformar con único hijo. Es fundamental rodear al que no tiene hermanos de primos o amigos bebés para poderlos sentar en su regazo, siempre que no haya peligro de que le caiga, ¡claro está..!, que lo pueda mirar, compartir juguetes y jugar con él. La excelencia de los que tienen hermanos pequeños es la de poder quedar boqui abiertos disfrutando de las gracias de los pequeños de cuna y compartir su necesidad de afecto y reconocer los sentimientos del pequeño, aunque no los exprese verbalmente. Es comprensible que no todos los matrimonios jóvenes pueden tener familias numerosas, estados de salud físicos o psíquicos, situaciones inseguras debido a la carencia de trabajo o sueldos escasos, rupturas matrimoniales, etc., contribuyen a no lograr este reto aventurado - pero bien recomp